Este proyecto nace de la necesidad de evidenciar el recorrido que ha realizado la caña de azúcar y la panela, como se ha establecido en nuestra cultura luego de ser considerada "oro" por los Europeos  y como se convierte para nuestros pueblos en un producto esencial de la dieta, que contiene grandes cantidades energéticas para personas que trabajan fuertemente.

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Dado lo anterior se plantea una situación totalmente contradictoria, creando una alegoría que interpele como en la actualidad esta "joya" ya no es principalmente consumida por la aristocracia, sino por los jornaleros y sus vigorosas horas de trabajo.  Así mismo crear una reflexividad a partir de las tensiones generadas en las guerras por esos territorios conquistados que desplazan y permean las culturas hasta crear una unanimidad industrializada. 

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Hablar de la Panela es hablar de una tradición rural de los pueblos que encontraban en este producto un alimento fundamental en sus dietas por las cualidades nutricionales y su bajo costo.